Julio 2020. El jueves día 16 de julio, La Liga Iberoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil ha celebrado el webinar “La cooperación internacional en la nueva normalidad” con el objetivo de analizar los cambios y desafíos a los que se enfrenta la cooperación sur-sur y triangular en el contexto Covid-19 y post Covid-19 en Iberoamérica, así como el aporte de la sociedad civil.
El evento se ha organizado en la plataforma virtual zoom coordinado por Damián Arias de Fundación SES (Argentina), y con el apoyo técnico de Andrés Jijón y Darío Piedra de Fundación Esquel (Ecuador), y se ha retransmitido en directo en Facebook Live, a través de las páginas de 14 organizaciones que integran La Liga. Unas 4.500 personas de 26 países diferentes han seguido el acto en el momento de su emisión y 156 han participado pudiendo aportar sus opiniones, propuestas y preguntas tras haberse inscrito.
El webinar se ha desarrollado en formato diálogo entre:
- Rebeca Grynspan. Secretaria General Iberoamericana (SEGIB)
- Núria Valls. Presidenta de La Liga Iberoamericana y Directora General de Fundación Esplai Ciudadanía Comprometida, de España.
- Alejandra Solla. Directora Ejecutiva de La Liga Iberoamericana y Presidenta de Fundación SES, de Argentina.
Con Francis Valverde, Vicepresidenta de la Liga y Directora Ejecutiva de ACHNU Chile, moderando el diálogo con los y las participantes.
La Liga ha venido trabajando en los últimos meses con el objetivo de activar un diálogo abierto entre las 29 entidades que la integran, otras redes de organizaciones de la sociedad civil en Iberoamérica y la SEGIB para reflexionar de manera conjunta sobre las principales cuestiones que afectan a la cooperación internacional en el momento en el que vivimos y en el futuro que debemos construir.
De este diálogo destacamos algunos de los temas tratados:
El rol central de las mujeres en la pandemia. Las mujeres más vulnerables sufrieron demasiado en este contexto, se hicieron visibles las desigualdades en los cuidados entre hombres y mujeres y tiempos de dedicación, en este contexto el valor del cuidado en las casas y los centros sanitarios como hospitales, etc. creció, pero no se reconoció. Debemos repensar las relaciones entre los géneros, como viene defendiendo el feminismo y dialogar, y generar compromisos políticos, sociales, y personales, para conseguir la igualdad de derechos y sobre los hechos. La pandemia nos enseña que queda mucho camino por recorrer.
Un salto de época, una oportunidad para cambiar hacia un mundo mejor. En términos de la vida de la gente, el siglo XXI ha empezado con esta pandemia, pues los procesos en los que estábamos inmersos/as se han acelerado y todo está cambiando cualitativamente. El reto, por tanto, es hacer cambios reales, tomar otros caminos que nos permitan dejar de lado todo aquello que no iba bien y construir un mundo posible mejor.
La pandemia ha puesto en evidencia las grandes desigualdades, la “nueva normalidad” no puede ser más de lo mismo. A pesar de que la pandemia es mundial, la crisis del Covid-19 no nos iguala a todos y todas porque pone de manifiesto las grandes diferencias que existen y las debilidades estructurales entre personas y países. Es evidente que esta crisis interacciona con las desigualdades que ya existían, con la falta de la universalización de salud, etc.
La solidaridad ha funcionado mejor en las bases: Hace falta un nuevo contrato social que incorpore a los diferentes actores. En las bases de la ciudadanía se ha organizado la solidaridad y se ha puesto en valor lo público, aquello que construimos colectivamente. Por eso es necesario establecer un contrato social que incorpore a estas dinámicas al resto de actores sociales, un contrato multiactor.
Fortalecer la gobernanza global y crear espacios de diálogo. Políticamente estamos viviendo liderazgos muy conflictivos. Hemos visto que la respuesta a esta pandemia, que es global, se está dando de manera muy fragmentada por lo que la tarea está potenciar lo multilateral y la coordinación entre países, también con las instituciones más locales que tienen mucho que aportar.
La tecnología como un nuevo espacio de la geopolítica actual. Teniendo en cuenta el hecho, por ejemplo, de que sólo el 20% de la población tiene acceso digital para poder estudiar un reto consiste en trabajar para superar las brechas digitales. La cooperación también ocupa un lugar crucial en la geopolítica del momento pues habrá muchos enfrentamientos y el papel de la sociedad civil será el de generar propuestas y puentes para que no haya tanta polarización.
Construir un nuevo concepto de desarrollo y cooperación. Tres ideas son claves en este proceso de construcción: la protección de las personas más vulnerables, la participación de la ciudadanía y los diferentes actores sociales, y la transformación real. Todo ello con una perspectiva de género y poniendo en el centro la ética de los cuidados.
Durante la hora y media que duró el evento se trataron otros temas, como las rentas mínimas o el papel de lo local. La grabación completa está disponible en las páginas de Facebook de las organizaciones de La Liga que lo retransmitieron.
Para finalizar, el llamamiento que la Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan, nos hizo a la sociedad civil: En estos tiempos, ¡debemos ser activistas!
Elvira Aliaga, periodista en Fundación Esplai, Área Participación y Tercer Sector.
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