Junio 2021. La Liga Iberoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil ha observado con profundo dolor los acontecimientos que se han desarrollado en Colombia. En el marco de las políticas públicas desarrolladas para superar los efectos de la crisis provocada por la pandemia del COVID-19, se generaron masivas manifestaciones populares rechazando la reforma tributaria promovida por el gobierno y la ausencia de políticas específicas de apoyo a la población afectada.
Estas movilizaciones han sido reprimidas con una violencia desproporcionada por la policía nacional y las Fuerzas Armadas colombianas bajo el mando del gobierno.
La Liga expresa su rechazo rotundo a todas las formas de violencia gubernamental y de grupos de civiles armados que han dejado un saldo de personas asesinadas, heridas, abusadas sexuales, detenidas arbitrariamente y desaparecidas tras esta fuerte respuesta represiva que confunde y amedrenta a las poblaciones colombianas en las que han ocurrido estos hechos.
Nuestra solidaridad internacional siempre está con quienes defienden los derechos humanos en el contexto de la legítima protesta, apoyamos y permanecemos atentas al diálogo social y político que contribuya a la participación política constructiva y a la solución de las demandas de las grandes mayorías del pueblo colombiano.
Sin embargo, observamos un creciente deterioro del respeto a los derechos humanos en todo el continente americano, partiendo con la violencia policial hacia las comunidades afroamericanas en muchos puntos del continente, la violencia de género y contra los y las migrantes en la mayoría de los países. En toda la región, los efectos económicos y sociales de la pandemia continúan deteriorando las condiciones de vida de la mayoría de la población, especialmente los grupos más vulnerados: mujeres, niños y niñas, pueblos originarios, personas que viven en situación de discapacidad, la diversidad y disidencia sexual, los y las migrantes y los trabajadores y las trabajadoras con trabajos precarios, temporales e itinerantes. Estas situaciones han incrementado el reclamo social, en protestas pacíficas, que ha tenido como principal respuesta la criminalización de las mismas y la represión sin control de los gobiernos y de los sistemas judiciales.
Como organizaciones de la Sociedad Civil iberoamericana, demandamos a los gobiernos a tomar medidas para que las poblaciones afectadas obtengan respuestas efectivas y haremos lo necesario para aportar a un cambio social más incluyente, apoyando los esfuerzos de las organizaciones de la sociedad civil que luchamos por los derechos humanos y la protección de toda la población.
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