Sociedad Civil Iberoamericana Define su Hoja de Ruta para la XXX Cumbre Iberoamericana de 2026 en Madrid

Con un llamado a fortalecer la democracia, proteger el espacio cívico y construir una agenda propositiva, representantes de 24 plataformas regionales de la sociedad civil se reunieron en la Reunión Preparatoria del XVI Encuentro Cívico Iberoamericano, sentando las bases de su participación en la XXX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en Madrid en 2026.

La sesión inaugural, celebrada en el Centro de Formación de la Cooperación Española en Cartagena, contó con la intervención de Carlos Pérez Ybarra (AECID), quien destacó el papel de estos espacios para el diálogo y presentó el «Programa de Democracia» de la AECID. Por su parte, Martín Rivero Illa (SEGIB) subrayó el valor estratégico de la reunión y se comprometió a integrar la voz de la sociedad civil en todo el proceso de la cumbre, no solo en el foro cívico.

Un contexto regional crítico

Desde el país anfitrión, Miguel Contreras de la Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, alertó sobre las crecientes tensiones internacionales que afectan los programas sociales, los graves déficits de participación ciudadana en proyectos extractivos y la reconfiguración del conflicto armado en Colombia. «Estos procesos solo serán sostenibles si se hacen con y para la sociedad civil», afirmó.

En la sesión de intercambio sobre democracia, Francis Valverde denunció el deterioro del espacio cívico y la criminalización de la protesta, mientras que Rubén Quintanilla relató la alarmante situación en Centroamérica, con más de 140 casos de violaciones de DDHH contra activistas en 2024. Martín Rivero confirmó la drástica disminución de la ayuda humanitaria hacia América Latina y alertó sobre el avance de soluciones autoritarias ante la polarización, la desigualdad y la inseguridad.

Respuestas concretas y una nueva estrategia

Frente a este escenario, Paz Martínez (AECID) anunció medidas concretas de apoyo: un fondo de 3,5 millones de euros para proteger defensores de DDHH y un mecanismo de acogida temporal en España para activistas en riesgo, además de una nueva estrategia de cooperación iberoamericana para 2026.

Una hoja de ruta concreta para 2025-2026

Los participantes trabajaron en una estrategia práctica que se articulará en dos resultados principales:

  1. Promover la participación activa y articulada, liderado por la Fundación SES, que incluirá la elaboración de un «Plan de recuperación democrática», informes de seguimiento y un documento de propuestas consensuadas.

  2. Fortalecimiento institucional, liderado por ACHNU, que contempla un plan de fortalecimiento, una guía regional de incidencia y un banco iberoamericano de buenas prácticas.

La hoja de ruta prioriza temas emergentes como Inteligencia Artificial, brecha digital, sistemas de cuidado y democracia participativa, con una mirada feminista, decolonial e inclusiva.

Desafíos y sostenibilidad

Con un presupuesto limitado de 120.000 euros para 24 redes, los participantes identificaron obstáculos como el financiamiento insuficiente, la criminalización por parte de algunos gobiernos y la dificultad para articular una visión consensuada. Se propuso priorizar alianzas estratégicas y la autogestión para mantener la independencia.

Un llamado a la acción colectiva

Alejandra Solla, en representación de la Comisión Articuladora, destacó que este no es un encuentro rutinario, sino un momento clave para la articulación. Mientras que Francis Valverde hizo un llamado a «recuperar la energía colectiva» para enfrentar los complejos momentos que atraviesa la sociedad civil en la región.

El encuentro finalizó con la convicción de que, a pesar de los desafíos, la sociedad civil iberoamericana está construyendo una agenda sólida para posicionarse como un interlocutor legítimo y capaz de generar propuestas transformadoras de cara a la Cumbre de 2026.