Abril 2019. Los emprendimientos exitosos y sostenibles, encabezados por mujeres y jóvenes en situación de vulnerabilidad, son el resultado de un camino largo en el que confluyen una sinergia del desarrollo humano-social y el desarrollo económico-productivo, cuyos actores influyentes están constituidos por las familias o los entornos próximos.
Para alcanzar el éxito han tenido que superar, entre ellas sus expectativas propias y del entorno familiar, la conciliación de roles, limitaciones de tiempo, limitaciones en capacidades, en el que cruzan necesidades, tales como el deseo de mejorar, sus hijos e hijas, independización y apoyo a proyectos familiares.
Un actor importante para el éxito son las familias, que se constituyen en el fundamento principal para la continuidad y objetivos personales. Las emprendedoras han manifestado que el haber contado con el apoyo familiar ha permitido que se viabilice y motive el desarrollo de otras capacidades y posibilidades tales como; habilidades personales (competencias blandas), vinculación a red de contactos personales y otros espacios.
Lo cierto es que el éxito del emprendimiento no está ligado necesariamente a tener más dinero o auto explotarse. Las emprendedoras y los emprendedores identifican tres tipos criterios en los que se desarrollan los emprendimientos exitosos: (a) Desarrollo Personal y social (b) Desarrollo de la actividad económica y (c) Desarrollo y dinámica familiar.
Un resumen del articulo publicado en la revista: «Poder y Finanzas num. 3», que se puede leer aquí de forma integra: revista poder y finanzas Nº 3-1
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