Durante los días 7 y 8 de febrero, Mérida ha acogido el XIV Encuentro Cívico Iberoamericano, donde representantes de más de 2.600 organizaciones de la sociedad civil iberoamericana se han reunido para construir las propuestas que serán presentadas en la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. El Encuentro Cívico Iberoamericano es una cita previa a la Cumbre de Jefes y Jefas de Estado 2023 que se celebrará el 24 y 25 de marzo en República Dominicana bajo el lema «Juntos por una Iberoamérica justa y sostenible».
El primer día, la apertura del evento fue dada por la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín Delgado y Julio César Fuster Flores, Teniente Alcalde del Ayuntamiento de Mérida. Estos agradecieron la organización del Encuentro en la región extremeña e insistieron en que la salud de las democracias se mide por la vitalidad de sus organizaciones civiles.
Cristina Prego, representante de la Comisión Articuladora de los Encuentros Cívicos Iberoamericanos, dio un emotivo discurso sobre la importancia del ECI y su temática principal este año: los espacios de participación de la sociedad civil, «Nos preocupa el aumento de represión hacia la sociedad civil, los defensores de los DDHH, del medio ambiente y periodistas. (…) Necesitamos un nuevo pacto social«
Carmen Pereira Santana, Presidenta de la Plataforma del Tercer Sector de Extremadura estuvo también presente en esta mesa inaugural, que finalizó con las palabras del Secretario General Iberoamericano, Andrés Allamand. Este último recordó que la participación articula las causas que no tienen voz y a la vez, es un agente de control. «La sociedad civil no solo denuncia, sino que aporta soluciones«.
El plato fuerte de la mañana fue sin duda la conferencia de Inés Pousadela de CIVICUS: World Alliance for Citizen Participation. Su presentación trató sobre el estado de la participación ciudadana en el mundo. El CIVICUS monitor muestra datos actualizados sobre el estado de la sociedad civil y de las libertades cívicas en 196 países.
Pudimos observar que ciertos países como Cuba y Nicaragua tienen un espacio cívico completamente cerrado, mientras que otros como México, Colombia y Venezuela, donde se suceden los asesinatos a periodistas y defensores de los derechos humanos, es un espacio represivo. América Latina es uno de los lugares donde más asesinan a lideres sociales y defensores del medio ambiente. Además, las restricciones a la participación en 2023 ya no solo se dan en el espacio físico, sino que también existen en el espacio virtual.
La mañana finalizó con la presentación de los resultados de la encuesta de mecanismos participativos legales, realizada por la Comisión Articuladora de los Encuentros Cívicos, en la que participa La Liga, en 17 países.
Las respuestas mostraban una variada normativa y en general una mala ejecución efectiva: no siempre se convocan los espacios de participación en acuerdo a lo que establece la normativa, no hay una frecuencia sistemática.
Además, estos espacios son consultivos, no vinculantes y la incidencia de la sociedad civil es limitada, muy baja o claramente nula. Algunos de ellos se convierten en meros espacios informativos desde los gobiernos hacia las organizaciones de la sociedad civil.
El Secretario General Iberoamericano, A. Allamand, que se quedó muy interesado a escuchar los resultados de esta encuesta, propuso la realización de un estudio de mayor amplitud sobre el tema con apoyo de la SEGIB.
Tras la comida, los representantes se dividieron en cuatro subgrupos para empezar a trabajar, por un lado en la redacción de la Declaración Final y por otro en los objetivos de un estudio sobre la participación ciudadana en Iberoamérica. Estos subgrupos se conservarán al día siguiente, en el que se seguirá trabajando colectivamente en estos dos objetivos.
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